El Poder de la Humildad

Cuando alguien más gana, tenemos la humildad de celebrar el triunfo, aunque no sea nuestro… o seremos envidiosos, renuentes o solo complaceremos desde lo externo pero no hay el gozo interno.

Cuando la furia callejera hace que alguien nos grite con una arrogancia de ira, recordamos la humildad y nos mantenemos en silencio y en calma… o nos enojamos, frustramos e indignamos.

Cuando alguien se atribuye el mérito de nuestra idea o proyecto, la humildad nos ayuda a recordar que lo importante es que sucedió, no quién lo hizo… o nos sentimos estafados y engañados.

Practicamos la humildad, comprendiendo que los demás no son menos importantes que nosotros y que el logro genuino no necesita alabanza ni aclamación para hacerlo merecedor… o nos pasaremos la vida buscando aprobación, o corriendo tras los aplausos o nunca nos sentiremos apreciados.

Y cuando no confundimos la humildad con la sumisión, y conocemos nuestro propio valor sin la aclamación de los demás, y cuando podemos estar genuinamente felices con el éxito de otro… entonces entendemos el verdadero significado de la humildad.

Nos movemos por la vida con humildad y eso hace que la vida sea algo grato y fácil.

HOY, desafíate a ti mismo. Encuentra a alguien cuyo éxito hayas envidiado y trabaja mentalmente para ser verdaderamente feliz por él. Para desafiarte aún más, ayuda a alguien compartiendo una idea que no hayas usado tú mismo.

Practica la humildad… con gracia y facilidad.

Vive honestamente… con gracia y facilidad.

Decimos la verdad, pase lo que pase… o tendremos que seguir fabricando mentiras para que lo que dijimos parezca cierto… o las personas realmente nunca nos conocerán.

Decir lo que pensamos y pensar antes de hablar, o siempre fingiremos en la vida… y eso no nos permitirá ser libres.

Actuar de la manera en que nos sentimos y sentir la forma en la que actuamos, o nunca seremos realmente nosotros mismos. Si nunca somos realmente nosotros mismos, entonces otras personas, que piensan que nos han conocido, han conocido a alguien que realmente no existe… y nadie nos conocerá. Y nos sentiremos solos por que nadie realmente sabrá quienes somos y cómo acercarse a nosotros.

Es bueno practicar la honestidad, o solo diremos lo que le gustará a la gente, o terminamos fingiendo ser alguien que no somos… una persona con diferentes máscaras en diferentes ambientes que creemos será popular, pero que en el silencio y la soledad, no se siente a gusto consigo misma.

Y si siempre tratamos de ofrecer nuestro verdadero yo al mundo, y buscamos la verdad, actuamos con verdad y decimos la verdad… aunque creamos que no nos hará populares, entonces mantendremos libertad en nuestras vidas, un aspecto muy importante… y viviremos el valor en la singularidad de cada uno de nosotros, somos únicos y eso es maravilloso.

Al ser honestos hacemos que la vida sea sencilla y grata.

HOY, encuentra la valentía de ser auténtic@, esa fuerza de la verdad que es una cualidad intrínseca del alma… y actúa en consecuencia. Escucha atentamente todo lo que dices hoy y di la verdad, sin importar lo difícil que sea… incluso si te hace sentir incómodo. Puede que te sorprenda la libertad que sientes.

El Poder del Perdón

Cuando un niño comete un error, perdonamos el error, por lo que el niño va a intentarlo de nuevo… o el niño nunca aprende, o tiene miedo de volverlo a intentar, o simplemente se da por vencido y deja que alguien más lo haga.

Cuando hacemos daño a alguien emocional o físicamente, tratamos de hacer las paces, y quitar el dolor… o alguien se aleja con dolor, o es infeliz, o se cuida de estar en nuestra compañía.

Cuando alguien nos ha mentido, sin temor, perdonamos la mentira y ofrecemos nuestra confianza una vez más para que tengan el valor de decir la verdad… o una relación de confianza será imposible.

Perdonamos a otras personas, y también a nosotros mismos, o todos pueden terminar heridos, o alejados… o nunca aprendimos lo que necesitábamos saber.

Y cuando nos perdonamos a nosotros mismos por un error del pasado… cuando decidimos no guardar rencor, aún cuando nos sentimos en lo correcto y heridos. Cuando sinceramente le damos a
alguien otra oportunidad… entonces estamos usando un gran poder, el perdón, parte de nuestro ser.

Perdonamos y eso hace que la vida sea grata y fácil.

HOY, porque eres tu primera responsabilidad… sé tan amable contigo mismo como lo serías con cualquier otra persona. Piensa en un momento en que hiciste algo de lo que te arrepientes… cometiste un error que se ha quedado en tu mente. Entonces mírate como un niño que te necesita… perdónate a ti mismo.

Practica el perdón… con gracia y facilidad.

El poder de la flexibilidad

Cuando abrimos un libro, su columna es flexible y se mueve con facilidad para que podamos pasar las páginas… o las páginas no pasan, se rompen, o caen.

Cuando nos inclinamos para ponernos los zapatos, la espalda es flexible y se mueve con facilidad para que podamos alcanzar nuestros pies, de otra manera la rigidez nos llevaría al quiropráctico.

Cuando tratamos de enchufar una lámpara y el contacto está detrás de algún mueble, el cable es flexible, por lo que llegará por detrás… o tendríamos que mover muebles, o comprar otra lámpara, o estar en la obscuridad.

Es bueno ser flexibles, o podemos terminar con libros desgarrados, en el quiropráctico, o sin zapatos, o sentados en la oscuridad… literalmente y de manera figurada.

Y si intentamos llevar a cabo la idea de otra persona, aunque queramos hacer las cosas a nuestra manera, y dejamos que alguien intente algo diferente, y nos rehusamos a ser rígidos, cuando cedemos un poco hacia el trabajo de alguien más fácilmente, entonces estamos practicando el poder de la flexibilidad, moviéndonos en armonía con nuestros compañeros de viaje en la vida.

Somos flexibles y eso hace que la vida sea algo con gracia y facilidad.

HOY, solo porque puedes… deja que algo diferente suceda y ve con la corriente. Deja que sea la idea de alguien más la que sigas… dale energía al plan de alguien más.

Sé flexible… con gracia y facilidad.

Buscando una auténtica experiencia de Dios

Son muchas las personas que cuando atraviesan épocas de dificultad y pesar dirigen su atención a la religión o hacia Dios como fuente de consuelo y para alimentar el ser interior. 

Un niño pequeño que se cae y se hiere mira, de manera instintiva, a la persona que lo cuida en busca de protección y ayuda.

De forma parecida, la experiencia de una enfermedad que amenaza la vida puede provocar la sensación de haber perdido el sentido de la propia vida.

Al tener un sentimiento de falta de protección, angustia o soledad, puede que, instintivamente, busque a mi guardián espiritual, a Dios, en cualquiera de sus manifestaciones que me atraiga. Sin embargo, el deseo de conocer a Dios no es suficiente en sí mismo. 

Lo que busco, realmente, es una “auténtica” experiencia con Dios, una experiencia de la realidad del amor, la divinidad, la sabiduría y la verdad absoluta de Dios, una experiencia que vaya más allá del pensamiento y que pueda sentirla en mi corazón, una experiencia por la que pueda comprender con claridad que Dios es mi compañero, protector, guía e incluso maestro y liberador. 

El primer paso es empezar con mis propios conceptos y creencias acerca de la más elevada energía divina a la que llamo Dios. Mi meta ha de ser desarrollar y ampliar estos conceptos y creencias y experimentar su realidad.

Extracto del libro: Avanzar.Ed. Brahma kumaris. Margaret Pinkerton

La cooperación desde el corazón

Cuando tratamos de levantar un objeto pesado, buscamos a alguien que nos ayude, si no hay nadie cerca… nos damos la vuelta, o lo dejamos donde está… en el paso.

Cuando una empresa quiere ser más eficiente, trabajan en la formación de equipos, en lugar de que las personas trabajen por separado… o hay más perdedores que ganadores.

La vida tiene como fundamento la competencia o la cooperación. La cooperación es para el beneficio del individuo.
Sin cooperación, muchas personas se quedan fuera.

En proyectos… y en la vida… hay personas con ideas y personas con conocimiento, personas con talento y personas con habilidades… y lo más importante de todo… solo personas que están ahí para ayudarse entre sí. Eso es lo que hace que las cosas funcionen. Sin cooperación… todos podríamos poner nuestras espaldas o tropezar con cosas, o perder en lugar de ganar.

Y cada éxito tiene la cooperación en su corazón. Incluso Einstein insistió en que su «vida interna y externa dependía del trabajo de otros hombres». Cuando cooperamos, ayudamos a nuestros compañeros y ellos nos ayudan.

Cooperamos y eso hace que la vida sea algo con gracia y facilidad.

HOY, observa la oportunidad de cooperar de una manera nueva para ti. Quizás con alguien que no conoces bien, o incluso con un extraño. Tu corazón se alegrará y el día será más brillante.

Fluye como el agua… con gracia y facilidad

Cuando cambia el clima, nos adaptamos a las nuevas condiciones… o tenemos frío, o calor, o nos mojamos.
Cuando un reloj se desajusta, lo ajustamos para tener exactitud… o llegamos tarde, temprano o nos quedamos dormidos.
Cuando estamos en un automóvil y entran otros tres pasajeros, ajustamos nuestro espacio… o estamos aplastados o en el regazo de alguien.
Y si nos aseguramos de cantar suavemente cuando alguien está tratando de dormir y somos gentiles con alguien que es tímido, o alentador con alguien más débil… entonces estaremos teniendo consideración por nuestros compañeros de viaje en la vida.
Nos ajustamos y eso hace que la vida sea algo con sentido del humor y facilidad.
HOY, solo por diversión… y por práctica… puedes adaptarte a algo que normalmente evitarías.
Mira cómo te hace sentir. Ve si aprendes algo nuevo e inesperado. Ve si puedes ajustarte… sin sentirte incomodo o impaciente. Sé el que deja que el ego permanezca en silencio y se ajuste a lo que es.

Existencia individual y colectiva

Hay dos caras de la misma moneda; una persona que desea vivir plenamente como ser humano necesita entender que la existencia de la propia individualidad, con su carácter único, debe ser reconocida como tal, tanto como la existencia de lo colectivo. Uno no puede existir sin los demás.

Los individuos que están desarrollando su espiritualidad tienen claro su valor personal. Reconocen su carácter único sin ninguna falsa humildad y tienen la sensación de que son libres de ser cualquier cosa que quieran ser. Simultáneamente, su sentido de la independencia personal les permite estar cerca de los demás y trabajar con ellos. Su independencia no es egoísta. Intiman con los demás porque han encontrado la plenitud en su propio yo.

Alguien que verdaderamente haya encontrado el valor del yo por encima y más allá de las etiquetas, el nombre, la fama y la aprobación, puede cooperar efectivamente en la colectividad e interactuar adecuadamente. Estas personas no sólo sienten que forman parte del todo sino que, lo que es aún más significativo, el colectivo siente que ellos forman parte del todo.

Extracto del libro:   Pensamiento oriental para la mente de occidente – Anthony Strano

Conciencia de la dimensión espiritual

Para el mundo, el reo no tiene misericordia. Para el reo, el mundo no tiene misericordia. Así continúa la larga y fuerte cadena de falta de humanidad hacia nuestra familia. Una persona juzga a otra y decide el precio a pagar.

Mostrar misericordia no es un signo de debilidad en la personalidad. Más bien es un signo de gran fuerza, visión y sabiduría. Ser misericordioso es mostrar una comprensión previa de las situaciones en la vida, que van más allá de los hechos y evidencias que se presentan a simple vista.

Tener misericordia indica tener una conciencia elevada, tan alta, que a pesar de las diferencias y las malas acciones, podemos tener la fuerza para decir “comprendo y perdono”.

Mientras nuestra conciencia esté regida por lo limitado, nuestra comprensión no puede desarrollarse. Sólo cuando reconozcamos la dimensión espiritualincrementará nuestra comprensión. La verdad, el amor y la paz son espirituales y sólo la conciencia de la dimensión espiritual puede despertarlos.

Extracto del libro:Un pensamiento para hoy – Ed. Brahma Kumaris

Recuperarse a si mismo

¿Estás feliz?… ¿Somos felices?…¿Somos tan felices como deseamos?…

La respuesta honesta es ‘no’.

Qué raro,… ¿verdad?

La raíz de todos los problemas está dentro de la mente humana. La sabiduría   sobre el ser interior y el mundo interior es el eslabón perdido.

La esencia del Raja Yoga dice que la salud, felicidad y abundancia es el estado natural de cada uno. Cuando tu conciencia, tu visión, tu actitud, tus pensamientos y tus acciones están en sintonía con las leyes eternas; entonces, la paz, la compasión y la alegría serán tus vivencias naturales.

La humanidad se ha alejado de este estado natural más elevado, perdiendo la conciencia y la sabiduría espiritual. Como consecuencia de esta pérdida, vienen inseguridades, dependencias y una falta de sentido y propósito de vida. Esto se podría llamar: La enfermedad del alma. 

Pero no necesitas aceptar estas emociones y situaciones desagradables, como algo normal de la vida. Son señales de que necesitas ajustar tu modelo de vida. Son indicaciones de que tu perspectiva y tu actitud frente a situaciones cotidianas, tienen que cambiar.

El propósito de la meditación es retornar a tu estado de conciencia original, lo que significa comprender y experimentar tu personalidad espiritual. La meditación genera este cambio de conciencia, ampliando tu perspectiva. La meditación también profundiza tu comprensión de la vida y de las leyes más sutiles que gobiernan la calidad de tus pensamientos, sentimientos y acciones.

Disfruta este viaje de experiencia, sumérgete en la profunda sabiduría, alegría y paz que te proporciona la meditación.

Extracto del libro: Vivenciar la Meditación – Rona Schweitz