Las preocupaciones son una ilusión. Te hacen vivir en el futuro creyendo que estás ocupado, cuando en realidad te alejan del presente. Las preocupaciones son una excusa para dejar de hacer lo que de verdad tienes que hacer.
La persona reactiva, da la sensación de estar muy ocupada, manifiesta su preocupación a los demás, pero lo cierto es que con todas sus preocupaciones no consigue resolver ninguno de sus problemas.
La persona proactiva enfoca toda su atención en el presente, actúa con iniciativa. Sabe que permaneciendo tranquila y libre de preocupaciones es mucho más efectiva.
Extracto del libro: El regalo de la paz – Enrique Simó