La espiritualidad significa vivir con la conciencia de que yo, el alma, soy un ser espiritual, hijo de Dios, y que todas las almas son mis hermanas y hermanos.
Espiritualidad significa una vida de valores basados en la verdad, no en la adquisición de objetos; una vida en la que pueda aprender y apreciar la importancia de desarrollar buenas cualidades en mi propio ser, virtudes divinas tales como la tolerancia, la cooperación, el amor, etc.; una vida en la que pueda comunicarme y relacionarme con los demás con una sonrisa en los ojos y felicidad en las palabras; una vida en la que mi propósito es aprovechar al máximo la vida que vivo y ser sincero conmigo mismo, sincero con Dios y leal con los demás.