Elevo mis sentimientos hacia El Compañero Eterno, Dios. Nada me distrae de esta relación de amor puro, ilimitado e incondicional. Todo se hace más fácil cuando le doy espacio en mi vida.
Estoy vivo, me siento vibrante y pleno. Realizo cada tarea encomendada con ánimo y entusiasmo.Todo fluye bien en mi vida cuando hay convencimiento y fe. Soy incansable y nada me derrota.