Vivir con madurez

La vida jamás está en mi contra. Únicamente presenta situaciones, a veces desafiantes, que me hacen más experimentado. Como resultado mi corazón se vuelve fuerte y maduro. No tomo las cosas personalmente, como un actor, salgo de la escena, la analizo, no me afecto y la solución emerge fácil y felizmente.

Dispuestos a vivir

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