Decimos la verdad, pase lo que pase… o tendremos que seguir fabricando mentiras para que lo que dijimos parezca cierto… o las personas realmente nunca nos conocerán.
Decir lo que pensamos y pensar antes de hablar, o siempre fingiremos en la vida… y eso no nos permitirá ser libres.
Actuar de la manera en que nos sentimos y sentir la forma en la que actuamos, o nunca seremos realmente nosotros mismos. Si nunca somos realmente nosotros mismos, entonces otras personas, que piensan que nos han conocido, han conocido a alguien que realmente no existe… y nadie nos conocerá. Y nos sentiremos solos por que nadie realmente sabrá quienes somos y cómo acercarse a nosotros.
Es bueno practicar la honestidad, o solo diremos lo que le gustará a la gente, o terminamos fingiendo ser alguien que no somos… una persona con diferentes máscaras en diferentes ambientes que creemos será popular, pero que en el silencio y la soledad, no se siente a gusto consigo misma.
Y si siempre tratamos de ofrecer nuestro verdadero yo al mundo, y buscamos la verdad, actuamos con verdad y decimos la verdad… aunque creamos que no nos hará populares, entonces mantendremos libertad en nuestras vidas, un aspecto muy importante… y viviremos el valor en la singularidad de cada uno de nosotros, somos únicos y eso es maravilloso.
Al ser honestos hacemos que la vida sea sencilla y grata.
HOY, encuentra la valentía de ser auténtic@, esa fuerza de la verdad que es una cualidad intrínseca del alma… y actúa en consecuencia. Escucha atentamente todo lo que dices hoy y di la verdad, sin importar lo difícil que sea… incluso si te hace sentir incómodo. Puede que te sorprenda la libertad que sientes.