Profundo, en la conciencia de cada ser, hay un código de conducta grabado. Lo que es correcto y lo que no lo es está claramente diferenciado.
Podemos intentar ignorar la conciencia o incluso justificar con gran razonamiento un acto incorrecto, sin embargo sentiremos internamente el peso.
Depuro mi capacidad de discernir, refuerzo la voluntad y hago el bien a cada paso.