Recuperar mi autenticidad, para permanecer estable

Todos somos intrínsecamente buenos.
El alma, el actor eterno, empieza su actuación en el escenario del mundo en su estado original de bondad. Con el paso del tiempo el actor se opaca.

La influencia del egoísmo y la ignorancia cubre la bondad original del alma.

En este momento hay una profunda añoranza. La de volver a ese estado de inocencia.
Una pureza que recordamos más y más como una realidad perdida.
Muchos están haciendo esfuerzos para ser naturales, auténticos y genuinos.

Pero hay una fuerza negativa internamente que no les deja lograrlo, hasta que el individuo regrese a un estado de bondad original y comience a vivir desde ese lugar.

Desde este estado de conciencia en el que se puede sobrellevar cualquier cosa, transformar y lograr.
Ningún obstáculo es tan grande, ninguna negatividad tan dañina, ninguna debilidad que no pueda ser superada porque siempre se puede encontrar una solución.

El recuerdo del Único, la Fuente de Bondad Eterna, nos capacita a regresar a nuestra bondad original.

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