Pensamientos del Día

Progreso y Grandeza

La escalera al éxito pasa por la expansión del ego, ejercer poder sobre los otros y ser el jefe. Tener autoridad sobre los demás es temporal, la verdadera grandeza radica en saber ejercer autoridad sobre sí mismos.

Equilibrar el progreso personal con la humildad es desarrollar la verdad del alma. Aquel que no desarrolla el alma a través de las virtudes, mal usará su autoridad sobre los demás.

El poder de Discriminar

Podemos crecer y desarrollarnos dentro de este planeta que nosotros mismos hemos creado,apesar de que–al mirar– nos vemos rodeados de negatividad y contaminación.

Así como una planta sólo extrae lo mejor de los abonos que le suministramos, llenos de impurezas, debemos ser capaces de usar nuestras habilidades para discriminar y juzgar, de modo que podamos seleccionar y nutrirnos de todo aquello que nos eleve y nos ayude en nuestro desarrollo. Si yo soy mejor, el mundo será mejor.

La Voz

Las tensiones y conflictos del mundo externo que experimentamos son, en realidad, una proyección del estado del mundo interno. La quieta voz de la conciencia nos habla y en otro lado, los sentidos nos jalan hacia las atracciones externas. Cuando el mismo patrón de comportamiento se repite, esto impacta la conciencia que ha sido ignorada muchas veces. Aquella suave y quieta voz verdaderamente deja de hablarnos. Por eso es importante no permitir que las influencias negativas acallen la conciencia.

Verdadera Alegría

Dos de los más poderosos aspectos del mundo interno son nuestros sentimientos y conciencia. Volviéndonos hacia nuestro interior permitimos al alma comprender, aclarar y equilibrar sentimientos de amor y humildad, equilibrados con el poder de la conciencia son la base de la alegría de vivir y una contribución positiva al mundo que nos rodea.

Dependiendo de nuestro interés e inclinación, estamos dispuestos a entregar nuestro tiempo y atención a alguien. Entonces existirá la posibilidad de conocer y crecer en amor y respeto. De la misma manera, dándole espacio al silencio para explorar el mundo interno, nos crea la posibilidad de conocernos.

Es importante conocernos para comprendernos, amarnos y aceptarnos. Así podemos comprender, amar y aceptar a los demás.

Visión Ilimitada

Nuestros reales enemigos son las incomprensiones e ideas negativas acerca de quiénes somos. Para ser feliz, necesitamos liberarnos de nuestros pensamientos limitados acerca de nosotros mismos. Libertad y felicidad, realmente van de la mano. Es necesario comprender la libertad, para esto se necesita una conciencia espiritual y ser de mente amplia, con visión a la distancia e ilimitada. Entender que somos más que nuestro cuerpo, nombre, estatus o peso y considerarnos un ser espiritual.

El valor de mis Pensamientos

¿Qué tipos de pensamientos tengo durante el día? Existen pensamientos necesarios, pensamientos positivos, pensamientos negativos y pensamientos inútiles. ¿Soy capaz de reconocerlos? Estos variados tipos de pensamientos no solo son responsables del estado mental de mi mente, sino también de mis sentimientos y emociones. Después de todo, todo comienza en la mente, y un único pensamiento trae paz o la guerra, amor u odio, felicidad o depresión. Yo decido.

Preparándose para la Felicidad

La felicidad solo puede crecer y florecer en una mente pacifica, positiva, pura y poderosa y definitivamente morirá en un ambiente mental lleno de negatividad, crítica, arrogancia o depresión. Entonces, para prepararme para la llegada de la felicidad, lo primero que necesito hacer es examinar la calidad de mis pensamientos.

Lo Mejor del Mundo

Vivir es sinónimo de realizar acciones y estas son el resultado de nuestros pensamientos.

Al mismo tiempo, somos evaluados por nuestras acciones: ellas provocan una reacción del mundo que nos rodea, hacia nosotros. Estas reacciones serán de la misma calidad que nuestras acciones, por lo tanto, realicemos las mejores acciones que nos sea posible, sólo así, recibiremos lo mejor del mundo.

Las acciones y el presente

Nuestras acciones constituyen la semilla de nuestro futuro, como una semilla, tarde o temprano, sus frutos serán una realidad.

Permitamos que nuestras acciones sean tales que –sin importar el tiempo que tome el recibir sus frutos– nos permitan ser felices con el presente, sabiendo que el futuro sólo nos traerá más felicidad.