El Alma: el huésped en el cuerpo
Considérate un alma y piensa sobre tu cuerpo y relaciones como objeto y personas que se te han confiado. Realmente, nada te pertenece. Cuando dices esto es “mío”, das vida a una gran cantidad de apego. El ego nos enceguece. Abre el tercer ojo de la sabiduría y ve quién eres verdaderamente, el alma inmortal, imperecedera, infinitesimal, ilimitada – el cuerpo, mortal, perecedero, grande y limitado a un tiempo y espacio. Los cuerpos son creados y en algún momento pueden ser cremados y el alma vuela fuera de ellos. Mientras más consciente estés de que eres un alma, más feliz permanecerás.