El poder de la tolerancia nace como una fuerza interior que combina la introspección y la capacidad de poner punto final al pasado.
Con la introspección puedo comprender como viven los demás la escena de la vida y, de esa manera, ser flexible frente a la variedad de roles que ellos interpretan.
Al poner punto final al pasado, permito que los demás personajes puedan ser alguien nuevo a cada momento.
El fruto de la tolerancia es dulce y eterno. Ese es el fruto que permitirá que el mundo cambie.