Humildad significa recordar continuamente las cualidades originales del ser: la paz, el amor, la pureza, la felicidad y la verdad y expresarlas más y más naturalmente. Significa ser capaz de amoldarse a cualquier situación en un estado interno libre de ego; esto muestra una fuerza interior basada en la comprensión y en el amor. De hecho, la humildad no es posible sin que haya amor espiritual.
La humildad permite comprender y valorar a los demás por sus virtudes sin detenerse en sus defectos, sin celos de sus cualidades y sin juzgar sus flaquezas.
Cada individuo es único. El estado de humildad se representa mediante la imagen de un árbol con las ramas tan repletas de fruta que se encorvan hasta el suelo.
La humildad significa estar tan seguro de las virtudes y logros espirituales que no cuesta nada doblegarse, con dignidad y respeto al mismo tiempo.
Extracto del libro: La paz comienza contigo / Ken O’Donnell