Pasamos gran parte de nuestra vida estudiando para tener un ingreso que nos permita una vida satisfactoria.
Sin embargo, en el tiempo seguimos sintiendo un vacío en el alma.
Sentirse pleno requiere de ganar un ingreso verdadero: un ingreso espiritual. Trabajar en enriquecer el ser, adquirir conocimiento, practicarlo, para acumular el tesoro de la paz