El sufrimiento es la consecuencia del descuido, los principios básicos de la Vida que incluyen: auto respeto, bondad y generosidad.
El sufrimiento en sus variadas formas es la consecuencia directa de la auto decepción.
Las decepciones son ilusiones que creo verdaderas. Una decepción clásica es creer que algo o alguien fuera de mi mismo puede crear mi estado de felicidad.
Posición, rol, talento o logro
son solo temporales,
de corta duración.
Depender de ellos
eventualmente trae sufrimiento,
en la forma de decepción, vacío, resentimiento.
¿Por qué he creído en esto tan absolutamente?
Un Principio: no podemos obtener felicidad, plenitud y amor de fuera de nosotros mismos.
El primer paso para expresar felicidad con los demás es experimentarla como naturaleza original de nuestro ser Entonces puedo compartirla con otros incondicionalmente, creando un estado duradero de felicidad.
El sufrimiento reaparece cuando olvido mi propio ser original y rehúso aprender.
Para recordar y volver a mis propias fuentes espirituales y a la Fuente Suprema, debo ver a través de las decepciones que me mantienen atrapada en ese sufrimiento.
