El fruto del silencio
Aquellos que son maduros, permanecen en silencio: un silencio del cual obtienen algo. En cualquier situación que surja, en un segundo, viaja a un profundo silencio y observa el poder que llega. No recurras a los pensamientos o a las palabras muy rápidamente. Atrae el suave silencio que viene de Dios, el Océano de Silencio, y permanece en ese ambiente. Deberíamos esparcir ondas de silencio y amor. La experiencia de la suavidad del silencio entrega el poder de conciliar tus pensamientos y acomodar todo.
Así permanecerás en paz, estable y tus respuestas serán diferentes, no habrá reacción, molestia o enojo, incomprensión o impotencia. Habrá respuesta, claridad, aceptación, calma, comprensión y poder interior.