Cuando la idea de volar por avión nos asusta, decidimos volar … o extrañamos ver nuevos lugares, o nuestros amigos se van sin nosotros, o un viaje de dos horas termina tomando dos días… en autobús.
Cuando nos critican por algo que sabemos que hemos hecho mal, no nos escondemos. Nos quedamos y nos disculpamos… o nos sentimos culpables, a la defensiva o evitamos a las personas.
Cuando se nos pide que hablemos en público, lo hacemos, incluso cuando tenemos pánico escénico… o nos nos vamos a sentir cobardes, incapaces o avergonzados.
Nos enfrentamos a nuestros miedos… porque de lo contrario podríamos sentirnos a la defensiva, o incompetentes, o culpables, o cobardes, o avergonzados … o terminar en un autobús, en lugar de en una aventura.
Y si asumimos la responsabilidad de las cosas que hacemos, y nos damos cuenta de nuestros temores y no les permitimos que nos detengan… entonces estamos utilizando nuestro poder para afrontar las cosas y aprovechar al máximo nuestras vidas.
Afrontamos nuestros temores y eso hace que la vida sea algo con gracia y facilidad.
HOY, date un desafío y afronta tus miedos. Encuentra algo que siempre evitas y hazlo. Ofrécete para hablar en la escuela, o en el trabajo, o para hacer caridad. Haz frente a un provocador… que te moleste a ti o a otra persona. Afronta un miedo y ve que pasa.
Lo más seguro es que va a desaparecer como un tigre de papel.
Afronta lo que la vida te da… con gracia y facilidad.