Mi casa, mi familia, mis cosas….Cada vez que algo «mio» se mueve, mi estabilidad se tambalea, hay temor, molestia y pierdo la paz.
NADA es en verdad mio.
Cada objeto, cada relación, incluso mi propio cuerpo, me han sido confiados para ser cuidados con amor y desapego.
Qué real y a veces, q dificil ponerlo en práctica.
Sin embargo el alma es más fuerte que cualquier otra energía.