El amor de Dios, como Madre que cuida y nutre al alma
Como la Madre eterna, Dios protege y nutre pacientemente con estímulo y amor desinteresado.
El eterno Femenino, al igual que la Tierra física, está siempre donando, renovando y nutriendo. Dios, como el punto eterno de referencia, tiene una forma, posición y papel fijos, y Su energía nos despierta y mantiene de manera suave y poderosa.
Dios, el Alma eternamente incorporal, también tiene en sí estos principios eternos, pero Él nunca adopta una forma física. Dios expresa las cualidades femeninas y masculinas a través de la energía sutil. Cuando la mente y el corazón están concentrados en Dios, entonces el ser humano puede percibir la Paternidad y Maternidad de Dios, es decir, el amor, el poder y la nutrición.
Dios tiene el poder de pertenecer a todos, porque ama y comprende a todos. En la misma medida en que Él es poderoso, es amoroso.