Somos los creadores de todas las condiciones de vida en nuestro entorno y el origen de todo está en nuestros pensamientos. Nuestros pensamientos más íntimos se manifiestan en el ambiente que nos rodea. El ambiente es el espacio del alma. Puedo crear conscientemente un ambiente de armonía y experimentar la felicidad de este presente. Durante este día podemos tomar el compromiso de esforzarnos en mantener un ambiente de armonía, permitiendo a nuestras almas expresar una de sus cualidades intrínsecas: la felicidad.
Es de conocimiento de todos que los ojos son el espejo o la ventana del alma. Cualquiera que sea nuestra sensación o nuestra experiencia interior, se verá reflejada en nuestros ojos. Somos naturalmente reacios a confiar en alguien que no es capaz de sostener nuestra mirada o cuya mirada salta de un lugar a otro mientras habla. Si los ojos son el espejo del alma, ¿podemos –conscientemente– mantener nuestra mirada limpia?
Al realizar una acción debemos pensar que estamos plantando una semilla. Por cada semilla deberemos esperar una cosecha de muchos frutos. Esos frutos serán de la misma calidad de la semilla que hemos sembrado. Por ello cuida la calidad de tus pensamientos, así automáticamente pondrás palabras y acciones benevolentes.